lunes, 18 de junio de 2012

La importancia de un tratamiento individualizado


El tratamiento debe ser individualizado ¿Por qué? Porque cada persona es un mundo, una historia distinta, que merece un seguimiento especial y dedicado para encontrar la forma adecuada para tratar su adicción.
La primera consulta, la creación de un diagnóstico y la posterior intervención y tratamiento son partes elementales del proceso de recuperación donde las distintas etapas se siguen la una a la otra.
La diagramación de tratamiento se hace en base a las características y necesidad inmediatas del adicto. De esta forma se obtiene una guía base que sirve para plantear las metas de la recuperación.
Dentro del procedimiento hay componentes que no pueden faltar y que sirven como puente entre el paciente y el equipo médico y el paciente y su entorno.
Ellos son: componentes psicosociales, farmacológicos, de autoayuda y también terapias alternativas.




Fuente: Fundación Manantiales 

miércoles, 13 de junio de 2012

La adicción no es tema de género


Ser adicto no discrimina edades, clases sociales o cuestiones de género pero históricamente se ha ligado a las cuestiones de drogas y alcohol con el sexo masculino.
En las últimas décadas las cosas han cambiado y la brecha entre hombres y mujeres adictos a distintas sustancias tóxicas se ha acortado de una manera abrupta.
La mujer ha cambiado de actitud frente a la vida. Ha ganado espacios donde antes parecía imposible pero también se ha topado con otras tentaciones y posibilidades donde ellas deben hacerle frente y discernir entre lo que está bien y lo que está mal.
Las drogas, los excesos, la noche, el alcohol y el sexo están a la orden del día. Está en ellas saber qué tomar y qué dejar.
Dentro de esa mezcla explosiva se encuentra el origen de la suba de mujeres adictitas en el último cuarto de década.
La mujer que consume drogas, en mucho de los casos, posee una baja autoestima que va de la mano con la poca confianza para alcanzar sus metas y logros. Muchas utilizan las drogas como la forma de canalizar sus miedos y frustraciones, como una vía de escape de todas sus responsabilidades.
El trabajo, la familia, la casa, los chicos sobrepasan a la mujer que encuentra en el acto de drogarse un canal para aliviar tensiones y tristezas.
Los problemas psicológicos y físicos no tardan en hacerse notar. En muchos casos la resistencia de las mujeres es menos a la de los hombres y es por este motivo que muchas mueren de sobredosis porque su cuerpo no tolera las mismas cantidades.